Una de las dudas más comunes es saber cuándo se puede bañar el cachorro, y es que al ser muy pequeños, puedes tener tus reservas con respecto al baño de la mascota, ya que existen varios factores que influyen en esto.
Para garantizar el mayor bienestar y cuidado de tu cachorro, debes aprender varias cosas importantes a la hora de bañar a la mascota.
Edad recomendada para bañarlo
El baño del cachorro se tiene que hacer en el momento adecuado, de lo contrario, hay riesgos de que coja frío y contraiga moquillo, lo cual termina por afectar su salud, sobre todo si no cuenta con su primer ciclo de vacunas.
El tiempo recomendado para bañar al cachorro es a las 12 semanas de vida, o a los 3 meses, y nunca se debe bañar sin colocarles las vacunas ni antes de destetarlo. En este último caso, la madre puede rechazarlo por no identificar su olor.
Durante esta edad, los riesgos de enfermedad del cachorro se minimizan, garantizando su correcto aseo, sin exponerlo a ningún riesgo. Aunque hay veterinarios que indican la inexistencia de ningún peligro si el cachorro se seca muy bien, la prevención es la mejor aliada para el cuidado de la mascota.
Si el perro se enferma de moquillo, sus defensas bajan y se constipa, provocando la interrupción del calendario de las vacunas, esto lo hace vulnerable a otras enfermedades riesgosas.
¿Cómo bañar al cachorro?
A la hora de bañar al cachorro, es importante contar con todos los elementos necesarios para su aseo. Hay que comprar un champú específico para cachorros, ya que contiene ingredientes y compuestos que no resultan perjudiciales para su pelaje.
También dispone de una esponja y un peine con cerdas suaves, así como de toallas y un secador de pelo. Lo primero es hacer sentir cómodo al cachorro, con pequeñas palmadas en el pecho, los hombres o la cabeza, así como hablando suave y con cariño.
Con esto se sentirá más tranquilo, permitiendo que lo bañes sin el menor inconveniente. Hay que introducir poco a poco al cachorro en la bañera con el agua, o bien, ir mojándolo de forma gradual con el agua tibia para que se vaya acostumbrando a ella.
El pelaje se debe mojar muy bien, evitando la cabeza, los ojos, y los oídos. Una vez esté empapado, se aplica el champú de perros. En ningún momento se tiene que usar un champú o jabón de personas, dado que alterará su pH, lo cual produce alergias, comezón, y pruritos.
Al aplicar el champú en la cantidad indicada, se pasa la esponja y el peine de cerdas suaves por diferentes zonas de su cuerpo, con mucho cuidado y suavidad. Sin embargo, hay que asegurarse de eliminar los rastros de suciedad.
Luego se retira muy bien el champú de su cuerpo, enjuagando al cachorro hasta que no salga más jabón. Al terminar con el baño, se procede a secar al cachorro con las toallas, envolviéndolo muy bien para evitar que la temperatura exterior lo afecte.
Cuando las toallas absorban la mayor cantidad de agua posible, usa el secador de pelo a temperatura, y con velocidades bajas. Se debe estar atento a no asustar al cachorro por el ruido del secador, utilizándolo en todo el cuerpo para eliminar completamente la humedad.
Para que la experiencia sea mejor, regala al cachorro una recompensa, el refuerzo positivo es útil para que se sienta más contento, y dispuestos a ser bañado en la próxima ocasión.
Consejos para el baño del cachorro
Para el cachorro, el primer baño puede ser una experiencia desagradable, y es que es normal que se pongan nerviosos y quieran escapar para evitar ser bañados. Por tal motivo, es necesario hacer la experiencia más agradable para que no sea complicado bañarlo cuando crezca.
Se recomienda usar una bañera pequeña, ya que una muy grande puede resultar más complicada de manipular. Sin embargo, la bañera no tiene que ser muy pequeña y honda, ya que se sentirá encerrado, aumentando su nerviosismo.
Es importante bañar al cachorro en agua templada, a unos 39°C, temperatura similar a la de su cuerpo. Si el agua es muy fría, el cachorro se sentirá incómodo por el frío, provocando que sea una mala experiencia.
También se recomienda el uso de juguetes en zona donde lo vayas a bañar, de esta manera se sentirá más cómodo y asociará la diversión con el baño, facilitando el trabajo en las próximas ocasiones.
Durante el invierno, lo recomendado es evitar el agua y el jabón a la hora de bañar al cachorro. En su lugar, se pueden aplicar los baños secos con los preparados disponibles en el mercado.
Son preparados diseñados específicamente para las crías caninas, van aplicados sobre su pelaje y facilitan su aseo durante el tiempo que se deja actuar. Además, se eliminan por medio del cepillado.
Con los baños secos, se reduce las posibilidades de que el cachorro contraiga moquillo por las bajas temperaturas.
Antes de iniciar con el baño del cachorro, se puede sacar a la calle para que gaste sus energías. Gracias a esto, se sentirá casado durante el baño, facilitando el proceso, y evitando que tome una actitud inquieta.
Cuando llega un cachorro a casa, es importante ofrecer el cuidado correcto para garantizar su bienestar y calidad de vida.